Lleva el padre a su hijo al fútbol y, en el partido, le pregunta el niño con cara de preocupación:
- Papi, papi, ¿por qué todo el público está insultando a ese hombre?
- Porque le ha tirado una piedra al árbitro.
- ¡Pero si no ha acertado!
- Pues por eso, hijo mío, es por eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario