Dos amigos se encuentran en la calle, y uno le exclama el otro muy sorprendido:
- ¡Pepe, tienes un plátano en la oreja!
- ¿Cómo?
- ¡Te digo que tienes un plátano en la oreja!
- Mira, no te oigo, háblame por la otra oreja, que en esta tengo un plátano.
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